Hoy os quiero enseñar cómo elaboro el tempeh en casa. Pero lo primero, ¿qué es tempeh?
Es un alimento probiótico procedente de Indonesia. Elaborado a partir de la alubia de la soja parcialmente cocinada y fermentada por el hongo Rhyzopus oligosporus. Contiene un 19% de proteína de gran calidad, no tiene colesterol y un 7,5% de grasas insaturadas. Gracias al proceso de fermentación es muy digerible, se producen bacterias beneficiosas para nuestra microbiota, contiene vitaminas del grupo entre ellas, la más alta cantidad de entre los productos vegetales de vitamina B12 y contenido en fibra dietética natural que ayuda a mantener una buena salud y disminuye colesterol en sangre.
¿Cómo se elabora?
Ingredientes:
300gr. de haba de soja, 3 cucharadas de vinagre, Agua, 1/2 cucharadita del hongo Rhyzopus Oligosporus. 2 Bolsas de congelación para la fermentación de la soja.
Poner a remojo el haba de soja, toda la noche. A continuación, escurrir y lavar la soja y cocinarla en agua 30minutos. En la cocción se quedan las pieles de la haba en la superficie, retirarlas con una espátula o después cuando termine el tiempo. Escurrirla y partirla con las manos o trituradora de vaso (thermomix). A continuación, colocar la soja en una bandeja para que se seque. Después, con la soja un poco caliente (30-40ºc) agregar el hongo y repartirlo bien. Rellenar las bolsas con las habas y el hongo, aplanarlas bien y guardar tapadas entre trapos de cocina en un lugar cálido unos 3-4 días. Se endurecerá, cogerá un color blanquecino (el hongo) y se calentará por la acción de la fermentación por parte del hongo.
Nota: Antes de consumirlo, se recomienda cocerlo en una cazuela con agua, shoyu (salsa de soja) y alga kombu. Luego ya estara listo para comer a la plancha, en estofados con verduras.
Después de estudiar y leer a muchos libros, profesor@s sobre los indudables beneficios de los panes hechos de forma artesanal, con orígenes de cereales integrales, cultivados de forma sostenible, ecológicos, con paciencia, respetando y dejando que la naturaleza actúe a su propio ritmo,..vamos como se hacía desde los pricipios de nuestros ancestros, me decidí a tener mi propia masa madre y prometí cuidarla y mantenerla por los siglos de los siglos…
Ay…mea culpa! no lo conseguí. ¿Pero cómo se hace la masa madre? os preguntaréis…
El nacimiento de la Masa Madre dura unos cuatro días y a partir de ahí, hay que alimentarla con frecuencia para que dicho cultivo de las millones de bacterias beneficiosas que viven ahí, sobrevivan y estén en perfecto estado de salud. Artistas panaderos la mantienen de generación en generación.
Con esta fermentación natural lo que conseguimos es que los microorganismos que hay consuman el gluten y los hidratos de carbono para crear dioxido de carbono y ácido láctico que son los responsables de darle esponjosidad y sabor al pan.¿No os parece bonita la idea de que alimentándolas tú, ellas te alimenten a tí??
Los ingredientes para la masa madre son: Agua mineral o reposada y harinas: de fuerza de trigo, integrales (espelta, centeno, de trigo. En las harinas integrales hay más bacterias en la cáscara de los cereales). Se mezclan todos los ingredientes y se deja la masa en un tarro de cristal. Se deja a temperatura ambiente para que comience la fermentación y los siguientes 3 días se repite el proceso, agregando el agua y las harinas.
Ya tenemos nuestra masa madre. Se conserva en el frigorífico y cuando vayamos a elaborar un pan, agregamos otra vez agua y harina y dejamos que se active (reposo a temperatura ambiente) antes de utilizarla. He publicado un artículo con una elaboración sencilla de «Pan con centeno».
Os muestro el pan con centeno que he elaborado. Hacía mucho que no elaboraba panes. He comenzado por el más facilito y/o menos tiempo de reposo. He utilizado dos tipos de harina: la de centerno y de fuerza. Masa madre y un poco de levadura fresca. El tiempo de reposo de 1h. y la cocción en el horno de 40min.
Los panes elaborados con masa madre y con tiempos de reposo más amplios tienen más sabor, característico de la masa madre utilizada y más saludables son, por cuanto las levaduras (hongos) actúan de forma natural (consumen los hidratos de carbono y generan gases, reponsales de la esponjosidad del pan) y hacen que sean más digestivos, ni se creen fermentaciones en nuestro organismo.
Por tanto, si nos gusta el pan es mucho más recomendable consumir estos tipos de panes, ya que los que podemos encontrar en muchos puntos de venta, las barras de pan suelen ser horneadas a partir de una congelación, elaboradas con harinas refinadas, con tiempos de reposo muy cortos donde no se les dejan actuar a las levaduras de un modo natural.,..
El pan de este artículo está elaborado con: Masa Madre, levadura fresca, harina de fuerza, harina integral de centeno, agua y sal. Una vez amasado todo bien, reposar durante 1h a temperatura ambiente y hornear 10min a 250º y 30min a 180º. Dejar enfriar antes de comer!.
Nota: receta original de Thermomix. Como fuente de fibra es mejor recurrir a la ingesta de cereales integrales, frutas, verduras, legumbres que no centrarnos en su obtención a través del pan, aunque este sea elaborado como he comentado arriba.
Hoy os quiero hablar de esta maravillosa bebida que descubrí hace un año a través del libro Espiritual Chef de Javier Medvedovsky.
Es una bebida que se obtiene con la fermentación de los granos de trigo (también lo he probado con lentejas).
Primeramente, se dejan los granos de trigo germinar durante dos días o hasta que salga un poco de brote. A continuación, se enjuagan bien los granos germinados y se pasan a un tarro de cristal, se llena con doble de agua y un poco más y se dejan fermentar los granos un día entero. Transcurrido este tiempo se cuela el líquido y ya tenemos nuestro primer Rejuvelac!.
Podemos repetir el proceso para obtener más bebida (hasta dos veces más): se echan los granos de trigo al tarro de cristal con la misma cantidad de agua y se dejan fermentar otras 24horas, colar la bebida…
Es digestivo y rejuvenecedor ya que al estar fermentado tenemos bacterias beneficiosas para nuestra flora intestinal, por tanto, mejorará nuestra absorción de nutrientes, fortalecerá el sistema inmunitario y nos prevendrá de enfermedades.
Una forma sencilla, económica y en mi opinión muy satisfactoria de obtener tu propio alimento probiótico natural.